sábado, 6 de julio de 2013

CAPITULO 1

-No y no! No voy a ir, no quiero.. ¡Papá! ¿Por qué quieres hacerme esto? ¿Ya no me quieres como hija? ¿Que clase de persona eres? Eres malo... Y no, no te odio, pero en estos momentos desearía que no fueras mi padre.- No estaba cabreada, solo estaba exagerando y haciendo uno de mis "numeritos" para que mi padre no me lleve a Londres.


Siempre que hago uno de esos "numeritos" mi padre me deja hacer lo que quiera.


- ____ (tu nombre), vas a ir a Londres lo quieras o no. Allí estarás bien y encima es una ciudad preciosa, con su Big Bang, su London eye, y todos esos monumentos que hay por allí.- Mi padre intentaba convencerme para que quisiera ir, el hablaba y hablaba mientras organizaba todo el papeleo de aquel despacho suyo.


- Si no digo que no sea preciosa, pero aquí tengo a todos mis amigos, a mi familia, ¡A mis mascotas!- Grité lo ultimo para que se me oyera por toda la maldita mansión.


-¡Bueno ya esta bien ____ clarck brinley! - chilló mi padre, cabreado.- harás lo que yo diga y punto!
En el colegio a donde vas también tendrás caballos si es lo que quieres.

- Pero yo no quiero caballos, mi yegua es la mejor y con ella he ganado miles de competiciones, no voy a sustituir a Kasby por otro caballo, ella no se lo merece! - Ahora si estoy cabreada, es curioso, en mi habitación tengo muchas cosas con la bandera de Inglaterra pero resulta que no quiero ir a conocer ese país.-
Entré en mi habitación y me senté en la cama mientras veía las montañas, esas maravillosas vistas que veías desde mi gran ventanal.


Tocaron a la puerta, era una de mis criadas- Pasa Silvia, pasa.


-Señorita ____ , vengo para traerle ropa limpia y planchada ¿Quiere que le ayude a hacer la maleta?- Me pregunto muy educada ella.


Silvia es la mejor criada que hay en la casa, ella es muy buena conmigo y desde que se murió mi madre ella es la única que ha sabido tratarme como si fuera su hija. Silvia me ayuda en todo, hasta en mis problemas, solo en ella confío, en nadie mas.


- Silvia, no quiero hacer la maleta, no quiero ir a Londres- Le dije con tristeza y mirando hacia el suelo.


- Tienes que ir pequeña, allí te lo pasaras bien, y creeme que no te miento, yo nunca he tenido ocasión de ir pero me gustaría mucho. - Me dijo sonriente tratando de convencerme para que cambiara esa cara.


- ¡Vente conmigo! - Dije ilusionada y con una gran sonrisa en la cara.



- No..- rió - Tu padre me necesita aquí, venga que te ayudo a hacer la maleta, mañana te vas.

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