Ya estaba de camino a Londres, en aquel dichoso avión, tengo 16 años, no quiero estar aquí sola, si, es verdad, aquí tengo la familia de mi padre, pero a ellos no los conozco.
[...]
Fueron las dos horas mas largas de mi vida, estaba aburridisima en ese avión, por suerte ya ha pasado.
-¡TAAAAXIIIII! - grité a un coche amarillo que se paro delante mía.
- ¿A donde la llevo chica? - me pregunto el taxista poniendo el cartel de "libre" a "ocupado".
- Al instituto City of Westminster porfavor.
El taxista arranco su coche y nos pusimos de camino al que seria mi nuevo colegio.
Mientras tanto, yo iba escuchando música desde mi iPhone rosa, con mis cascos también rosas, me encantaban esos cascos ¡Y también me encanta el color rosa!
Escuchaba "starships" de Niky Minaj, esa cantante es la mejor.
Yo miraba a la ventana y parecía que estaba en uno de esos videoclips de cantantes famosos. Era todo precioso, mi padre tenia razón.
Pasado media hora por fin el coche paro.
- Hemos llegado señorita- dijo el chico que conducía el taxi.
Baje de allí y cogí mis maletas del maletero. Delante mía tenia un colegio fabuloso. Tenia pistas de tenis y padel, cancha de baloncesto, piscina...
No me podría creer que este iba a ser mi colegio. Mi actitud cambio y ahora si quería quedarme aquí.
Le pague al taxista y se fue.
- Hola, tu debes de ser ____ brinley verdad? - una señora me tendió la mano.
- Si si, soy yo, ¡la misma! - cogí su mano y la sacudí un par de veces.
- Bueno, yo soy la señora Gafiley, la directora de este magnifico colegio- me dijo sonriente, a lo que yo le devolví el gesto. -Venga no te quedes ahí parada, sigueme - se dio la vuelta y hizo un gesto con la mano para que fuera detrás de ella.
-Hemos llegado, esta es tu habitación, espero que disfrutes tu estancia aquí- Me dio las llaves de mi cuarto y se fue.
-Una, dos... Tres!- Abrí la puerta y vi mi habitación, era un poco demasiado pequeña a la de mi casa pero me conformaba.
Escuche como se cerraba otra puerta.
¿Quien eres y que haces en mi cuarto?- Me hablo una chica de pelo castaño que salia del que ahora seria mi baño.
-¿Tu cuarto?- le conteste- Perdona pero esta es mi habitación y a mi no te me pongas así de chula que para chula ya estoy yo.- le seguí hablando.
-¿perdon?- Puso una cara de confusión- Esta es mi habitación asique ¡largo de ella!- me dijo mientras me empujaba hacia la puerta, tirando conmigo mis maletas.
Pero esta ¿Que coño se ha creído? ¿Piensa que puede manipular a la gente como ella quiere?
-¡Asquerosa!- le grite a la puerta, haciendo que la chica que estaba dentro la abriera.
-Perdona pero para asquerosa ya estas tu bonita, rata de alcantarilla.- me guiño un ojo sarcásticamente y cerro la puerta en mis narices.
-¿Asi? Pues ahora vas a ver.
Deje mis maletas allí y me dirigi a conserjeria.
- ¡Hola! Me llamo ______ y soy nueva aqui, ¿teneis algun megafono? Lo necesito urgente.- Le dije al conserge ansiosa y a la vez educada.
- Si, ¡claro! ¿Para que lo necesita?- Pregunto el, curioso.
Me mataba esto, ¿y a ti que te importa para que lo necesito? No podía con la gente cotilla aunque yo si que lo era un poco.
- Pues veras, como soy nueva pues necesito que la gente me conozca.- le dije al hombre mientras el rebuscaba en un pequeño trastero.
- Aquí lo tienes muchacha.- lo cogí y me dirigí otra vez, a MI habitación.
El pasillo estaba, por ahora, vacio.
-¡ESCUCHENME TODOS!- dije por el megáfono por todo el pasillo.-QUERÍA DECIRLES QUE LA CHICA QUE HAY EN LA HABITACIÓN 622 ES UNA COMPLETA GILIPOLLAS, ES DE LO PEOR. - Inmediatamente empezaron a salir chicas y chicas a aquel pasillo, riéndose.
- eh pero ¿que haces? ¿Estas loca?- me dijo una chica rubia que parecía de mi misma edad. - Que va! No estoy para nada loca, estoy cabreada porque esta chica no me deja entrar a mi habitación.
- Tranquila ella es así- siguió diciendome aquella chica rubia- Me llamo Claudia y tu?
-____ , por cierto ¿como se llama ella?- le dije señalando a la puerta de MI habitación.
-Meredith, se llama Meredith.
-Esta bien, pues voy a hacer que Meredith tenga su merecido.- le dije mientras ponía cara perversa y vengativa. ¡Ahora vengo!- baje las escaleras y fui por todo el campus gritando que Meredith era una asquerosa y que no se merecía vivir, me encantaba hacer de niña mala, ya que siempre tenia que hacer de buena.
Pero de repente algo me tocó, tocó mi espalda.
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